24-08-2024 Ruta desde la Presa del Castañar entre Huéneja y Fiñana hasta el Refugio de Piedra Negra, pasando por los Refugios de la Dehesa de la Yedra y el de Ubeire. Desde la Fuente del Rosal más o menos seguimos el Sulayr andando hasta el Refugio de Piedra Negra.
Esta ruta demuestra que sobre el papel a veces las rutas parecen más accesibles de lo que son y que en la montaña hay que planificar bien, porque un contratiempo o una mínima perdida, si no lo gestionas bien, puede como mínimo hacerte pasar un mal rato.
Mi amigo Oscar llevaba mucho tiempo diciéndome que quería unirse a alguno de los refugios, pero que no estaba muy en forma. Nosotros hemos hecho muchas cosas juntos de montaña, pero es verdad que esta un poco fuera de forma, así que planifiqué una ruta sencillita, pocos kilómetros y poco desnivel. También se nos unió para esta ruta Antonio Marín, que aunque si esta en forma, no le importaba hacer una ruta más fácil.
La ruta es una cómoda pista con apenas desnivel que nos va a ir llevando de un refugio a otro casi sin esfuerzo, apenas un 5% de desnivel durante todo el recorrido.
El primer refugio, es el de la Dehesa de la Yedra y esta a unos 6 kilómetros desde donde comenzamos, hay que desviarse unos 800 m desde el camino, pero está totalmente señalizado.
El refugio es una casa rural, tiene hasta horno y nos quedamos impresionados, es un sitio para echar un fin de semana de familia o amigos.
Dejamos el refugio y volvemos a la pista que traíamos.
La suave subida hace que las conversaciones vayan sucediéndose una tras otra, nos vamos poniendo al día, la verdad hace tiempo que no me juntaba con ninguno de los dos y tenemos muchas cosas que contarnos.
Así casi sin darnos cuenta llegamos al desvío hacia el Refugio de Ubeire, es un desvío a derechas y cuesta abajo, bajamos hasta casi el río Nacimiento. No llega a un 1 km lo que tenemos que bajar, pero hay bastante pendiente. La verdad no esperábamos lo que encontramos allí, aunque se llame refugio, son varias casas unidas, con patios, caminos... es como un pequeño complejo rural.
Esta ruta tenía ganas de hacerla porque no conocía ninguno de los refugios y buscando información he visto que durante años estos refugios, han estado gestionados por el Ayuntamiento de Fiñana, pero desde el pasado mes de Abril, ha renunciado a la gestión, ahora será federación o algún club quien los gestione, pero la verdad que viendo todos los refugios que he visitado, no soy muy optimista, la sierra está totalmente abandonada, es una pena.
Desde el Refugio de Ubeire, subimos otra vez a la pista principal y seguimos hasta la Fuente del Rosal, de las pocas fuentes que he encontrado este verano con agua. Aquí descansamos un poco y me despisto, no me dí cuenta que el desvío hacia el siguiente refugio lo habiamos pasado y seguimos un poco hasta una pista que sale a derechas, el track que había pintado me avisaba que no era por ahí pero yo quería ver que si.
Subimos hasta un cortijo a 1900 m y lo que ya iba intuyendo nos lo confirma el cortijo que encontramos, cuadrado cuando yo sabía el refugio es de los que hay varios por esta zona de la sierra, estilo Polarda o Doctor.
Mi error fue que la ruta la planifique hace meses y no me acordaba que había hecho un pequeño bucle para que fuera circular la subida al refugio y no pasar dos veces por la misma zona. Pero claro, sobre el mapa algunas veredas están señaladas como las pistas y el Sulayr es una de ellas, así aunque habíamos visto la entrada a la vereda, íbamos buscando un camino.
Una vez identificado el error empezamos la ruta hacia el refugio de Piedra negra, decidimos hacerla andando, porque en este tramo del Sulayr la vereda está muy empinada y llevar las bicis sería un auténtico suplicio.
Andando tampoco es mucho mejor, porque con las zapatillas de ciclismo no acabas de ir comodo, así que poco a poco vamos haciendo los 4 km de Sulayr que nos llevarán hasta el refugio. Más o menos a mitad de camino, Oscar decide no continuar, estamos en una fuerte pendiente y la verdad que lo entiendo y lo mejor es conocerse, saber cada uno sus posibilidades y hasta donde puede uno llegar.
Ha sido un magnífico día y aunque hemos acabado tarde sabemos que el único sitio que nos pondrían algo es en el restaurante La Bella en la Calahorra sitio el que tantas veces hemos acabado cuando hacemos algo por esta parte de la sierra.
Como siempre acabamos con un muy buen sabor de boca, sintiéndonos tan afortunados de poder compartir una ruta con amigos y acabar con una cerveza. Pero no podemos olvidarnos de quien necesita una transfusión o un trasplante, gente que no tiene tanta suerte como nosotros y que nosotros podemos ayudar con un simple gesto. Dona Sangre y Médula.